Wednesday, March 11, 2009

Cobarde




Y la lluvia cayó como las perlas en las hojas de las flores
Sustituyendo por un lodo pardo a la tierra seca
Y en las profundidades de la trinchera aguardo durante horas,
aferrado a su rifle y rogó no morir.

Se agazapo aun más, aun mas, aterrado.
¡“No pueden dejarme morir! ¡No puede dejarme morir aquí!
Me cubriré con el barro y la tierra.
¡Me esconderé! ¡Sé que no soy valiente!
¡La tierra! ¡la tierra! la tierra es mi tumba!
The Grave - George Michael


A veces cuando la vida te lo recuerda, cuando te da un ligero empujón y ves más cerca el precipicio, un lugar donde, quieras o no, vas a terminar llegando, solo y asustado, y caerás, caerás sin ningún remedio, sin freno.
Y te sientes tranquilo, porque después de todo el camino hasta allí es tan largo y lento, que te ayuda a sobrellevarlo, esa misma lejanía actúa de placebo, de medicina olvidadiza, y llegamos a no pensarlo, llegamos a olvidarlo, o como mucho, a no tenerlo en cuenta, en nuestro día a día, en nuestra vida.

Pero a veces, no soportas la soledad y si ese estado lo acentúa el dolor, te vuelves vulnerable, hacia todo lo que te rodea, te vuelves cobarde.

Lo reconozco, tengo miedo, soy un cobarde. Tengo miedo de la soledad, de la dejadez, de sufrir un dolor que nadie pueda mitigar. Siento terror a un estado de olvido. De que el dolor no me deje pensar, no me deje actuar.
Tengo miedo y no siento vergüenza por gritarlo. Tengo miedo de que las sombras se agazapen sobre mí y que el dolor no me deje luchar y no sobrevivir.

Un oscuro rincón será mi refugio y mis lagrimas serán mis únicas armas.

1 Comments:

Anonymous P said...

estas en barcelona?

3:47 PM  

Post a Comment

Subscribe to Post Comments [Atom]

<< Home