Wednesday, September 05, 2007

Un Año De Blog



Se cierra un año en este hueco de la red, un año difícil, en el que este blog-diario ha sido la mejor de las terapias. He intentado reflejar en algunas historias como fui, como soy y como me gustaría ser.
El viaje hacia lo desconocido es la mayor de las aventuras…

Rafa perez



El Hombre Que Queria Tocar Las Estrellas


Existió una vez un hombre débil y triste, que vivía en un gran pueblo con una numerosa población, pero que aun así se sentía muy, muy solo. Su único entretenimiento era alzar la vista al cielo, cuando la noche se lo tragaba. Las miles y miles de estrellas eran su sueño, su vida, su anhelo.
Era tal su devoción por contemplarlas que, sin el más mínimo cansancio, se pasaba las madrugadas en vela, y sin que le importara que lo tacharan de loco, les hablaba. Les contaba de sus temores, de sus pensamientos más íntimos y sobre todo de sus deseos.
Se sentía como si no perteneciese al mundo que lo rodeaba, a la tierra que pisaba. Nada de lo que en ese pueblo había le interesaba no le ilusionaba lo mas mínimo. Lo que se extendía sobre su cabeza, lo que cubría lo infinito, lo llenaba de vida, lo despertaba por la mañana y hacia que su corazón se agitara.
La gente que lo rodeaba, gente rara y con mil caras, no hacia mas que embaucarlo y engañarlo, contándole mentiras para que se alejara de ese sueño, intentando que comprendiese que eso era la locura, que esa vida no le reportaría mas que sufrimiento, que la cordura era la realidad que pisaba, quizás habitada de maldad, de mentiras pero segura, lejos un camino a la incertidumbre.
Pero el ya no les escuchaba, incluso comenzó a inventar un idioma propio, para así conversar con las estrellas sin temor a que alguna otra persona escuchara tan intima conversación.
Era un lenguaje basado en susurros mudos, en miradas que duraban horas, palabras secretas, que provenían, no de la mente o de garganta, si no de un lugar mucho mas lejano, mucho mas interno, mucho mas oculto e inaccesible. Ese lugar que tan solo enseñas un par de veces en la vida.
Pero llego el mal tiempo y con ellas un telón gris que le impidió ser feliz.
Fue en ese instante cuando decidió comenzar a construir su torre.
Seria una torre tan alta, tan elevada, que jamás nada ni nadie le impediría de nuevo continuar con su sueño más bello.
Por supuesto sus vecinos y demás habitantes de su pueblo pensaron que esa idea era otra de las tantas locuras de ese raro individuo.
Aun así la construcción comenzó, primero un piso y luego otro y otro, mas y mas alto. Bajo lluvia, bajo nieve, bajo frío invernal.
Cuando traspaso la altura de los demás edificios, sus vecinos le gritaron que lo dejara que esa locura no podía acabar bien, pero el siguió, durante muchos, muchos años.
Cuando traspaso las nubes y vio de nuevo las estrellas, fue tanta la alegría que le produjo tal hazaña que soñó con algo mas, soñó con tocar las estrellas.
Y siguió construyendo su torre.
Abajo en el suelo, la tierra firme, llovía copiosamente y esa lluvia embarraba sus recuerdos, su anterior vida, tal y como la recordaba, oscura y sucia, lúgubre….
Pero huyó, el seguía alejándose, un piso mas, y otro y otro.
Cuando le falto el aliento y sus músculos le pidieron un descanso, extenuados, miro abajo y sintió miedo. Quizás aquello que conocía fuera malo y sin luz… pero ¿y si jamás llegaba hasta ellas y si no podía regresar? ¿Y si después del viaje se encontraba solo en la oscuridad?
Miro una vez más hacia el cielo, pero tan sumido estaba en todo estos pesares, que ni se había dado cuenta de que había llegado.
Ya no podía subir mas por que las estrellas mas brillantes que nunca, estaban sobre el, junto a el. Cerrándole el paso, saliendo a su encuentro.
Con alegres lagrimas se alzo, de puntillas, en el borde de su torre, sin importarle caer. Alargando su brazo quiso tocar a una de ellas.
Un latigazo de fuego blanco le erizo la espalda y su corazón latió más fuerte que nunca. Se sintió vivo por primera vez, mientras la luz, que inundo el cielo, lo absorbía, se lo llevaba.
La torre, majestuosa, gigantesca y más alta que las nubes y montañas, se quedo en silencio, solitaria. Su dueño jamás volvió a ella y desde entonces para incógnita de muchos, el cielo de todas las noches fue únicamente negro.

1 Comments:

Blogger Antonio Santamaria said...

Muchísimas felicidades por este primer año de textos y palabras con sentido. Ya tienes la unidad cumplida con este blog. Ahora tu objetivo tendría que ser, por el bien de todos nosotros, alcanzar las decenas y en cada uno de sus años, dejarnos relatos tan interesantes y profundos.
Repito, felicidades.

11:05 PM  

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